La alternativa de renunciar a lo que
dogmáticamente se te fue inculcado, es parte de tu crecimiento como persona, la praxis no es el punto, la verdadera relación
comienza cuando lo vives y crees.
No se trata
de decidir por alguien más, es por razón de orientación y no de sacrificio de sueños ajenos.
La libertad de una persona, se cimienta desde el
nido, la clave es que cada quien debe vivir sus propias alegrías,
tristezas y demás vicisitudes de la vida.
El forjar no es replicar lo que deje de hacer
y quiero ver en alguien más.
Llegar o renunciar a un camino trazado, es una facultad de cada
quien y no debe ser la receta de vida impuesta
por razón del entorno.
El ser libre es no esperar la madurez, para darte
cuenta de lo que dejaste de hacer, el
valerte por ti mismo es una invaluable fortaleza para llevar tus
pensamientos y acciones en cada amanener
y anocher, disfrutando de lo tangible e
intangle que te brinda esta estadia terrenal.