viernes, 12 de enero de 2007

EL TRANSMETRO RÁPIDO Y FURIOSO


Inicio el presente ensayo haciendo una sátira del famoso film de Hollywood “Rápido y Furioso” al referirme al transmetro no porque dicho film me guste, de hecho dicen que de cada 10 personas 8 le gustan, entonces por atinada sapiencia me incluyó en uno de los dos restantes espacios, esto deviene porque que cada ciudadano día con día padece de alguna manera del superlativo tránsito vehicular en las principales arterias de la ciudad capital de Guatemala, y siempre en mente se ha cobijado la idea de tener un helicóptero, o un carro volador haciendo uso de los anhelos de un mundo falaz, o como aquella vieja creencia con la que de pequeño crecí que se decía que en el año dos mil los autos volarían, total que ni eso ni lo otro, la posibilidad de avance no solo es poner un rostro agradable a la metrópoli, si no que sus servicios públicos esenciales sean pues si no de primer mundo por lo menos que cubran los menesteres más comunes del ciudadano, que través de sus impuestos, tiene el derecho de exigir a las autoridades que resuelvan sus peticiones, aunque estas en ocasiones lleguen tarde o no lleguen.
Quiero citar el ejemplo de Nueva York, una ciudad cosmopolita, llena de misticismo, de muchas peculiaridades suburbanas, aparte de los atractivos turísticos, que eso pues a la larga los observamos por la televisión, pero en si su vida cotidiana esta aparejada de servicios públicos eficientes, puntuales y en la mayoría de los sectores con plena seguridad, el viajar en un subway (subterráneo) representa para la economía familiar un grato aliciente, ya que con cuotas diarias , semanales o mensuales se tiene la opción de no encontrarse con uno de los peores tránsitos del mundo, no lo digo yo, lo dicen las estadísticas, y porque tenerlo como un aliciente, ya que al ser seguro…no hay que tener pena en contestar una llamada a su celular previo al abordaje, o ahuyentarse del mundo con un par de audífonos e ingresar al mundo de los reproductores Mp3 o los ya clásicos reproductores convencionales, o quizás pueda sacar su palm y hacer algunos apuntes, o pues jugar algunos videojuegos o para aquellos que sin tapujos revisar sus archivos en su computadora personal, ¿Verdad que nos parecemos Mucho? Imagínense hacer eso en cualquier servicio colectivo urbano guatemalteco, colmada de violencia, donde los ciudadanos creativamente buscan la manera de proteger sus pertenencias, ya sea escondiéndolas en el zapato, en la ropa interior en “Bolsas Secretas” o en el ya clásico albergue templado colocado a la par del corazón de las señoras.

Este pensamiento no va dirigido con animo pro comuna o algo por el estilo pero sin duda alguna todo megaproyecto que revolucione la estructura cotidiana de una ciudad tiene sus implicaciones negativas y positivas, definitivamente quien no ha sufrido durante los últimos meses de los agobiantes minutos de soledad o pleito dentro de un vehículo al posar dentro del el por una considerable cantidad de minutos , la añoranza de poder emular ese tipo de servicios públicos como los de New York , quizás este lejos de nuestro alcance político, socia y económico, pero al momento de entrar en funcionamiento, se debe procurar mantenerlos limpios y pertinentemente con estrictos sistemas de seguridad, obviamente no llevar el transmetro lleno de fuerzas armadas, sino acoplarse a los avances de la tecnología de que una manera secreta, podemos vigilar a aquellos descorteces sociales amigos de lo ajeno, que a la par de un eficiente y continuo servicio, sea para el usuario un viaje seguro…Total el tiempo marcara la historia.
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